Maduro ajusta calendario electoral en medio de presiones internacionales

El mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro, ha optado por aplazar las elecciones para el parlamento y las regiones que estaban programadas para abril, estableciendo como nueva fecha el 25 de mayo. Esta medida, comunicada por el Consejo Nacional Electoral (CNE), ocurre en un escenario de aumento de presión desde el exterior, especialmente por parte del gobierno de Donald Trump, que ha aumentado sus críticas y advertencias en torno al sector petrolero venezolano.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha decidido posponer las elecciones parlamentarias y regionales inicialmente previstas para abril, fijando una nueva fecha para el 25 de mayo. Esta decisión, anunciada por el Consejo Nacional Electoral (CNE), se produce en un contexto de creciente presión internacional, particularmente desde la administración de Donald Trump, quien ha intensificado sus críticas y amenazas relacionadas con el negocio petrolero de Venezuela.

Las advertencias de Trump

El mandatario estadounidense, Donald Trump, ha expresado abiertamente su oposición a las políticas de Maduro y al ingreso petrolero que, según su criterio, mantiene al régimen chavista. Trump ha evaluado la opción de revocar la licencia que permite a Chevron, la empresa multinacional estadounidense, funcionar en Venezuela, lo cual podría impactar fuertemente la economía del país. «No deseamos que el chavismo obtenga miles de millones mediante la venta de petróleo», declaró Trump, responsabilizando a su antecesor, Joe Biden, por haber permitido lo que calificó como «un error estratégico».

El presidente estadounidense, Donald Trump, ha sido particularmente vocal en su rechazo a las políticas de Maduro y al flujo de ingresos petroleros que, según él, sostienen al régimen chavista. Trump ha considerado la posibilidad de suspender la licencia que permite a Chevron, la multinacional estadounidense, operar en Venezuela, lo que podría asestar un duro golpe a la economía venezolana. «No queremos que el chavismo reciba miles de millones por la venta de petróleo», afirmó Trump, culpando a su predecesor, Joe Biden, por haber permitido lo que denominó como «un error estratégico».

Conversaciones con resultados variados

Negociaciones con resultados mixtos

El acercamiento entre ambos gobiernos, aunque controvertido, ya ha producido algunos resultados tangibles. Richard Grenell, enviado especial de Trump, se reunió recientemente con Maduro en el Palacio de Miraflores. Este encuentro permitió la liberación de seis ciudadanos estadounidenses retenidos en Venezuela, así como la reanudación de vuelos de deportación de migrantes venezolanos desde Estados Unidos. Sin embargo, estas acciones también han generado críticas, tanto en Venezuela como en Estados Unidos, por sus implicaciones humanitarias y políticas.

La política migratoria de Trump, marcada por la suspensión de permisos temporales y la deportación masiva de migrantes indocumentados, ha afectado especialmente a los venezolanos. Entre los primeros deportados a la base de Guantánamo figuran ciudadanos venezolanos sin antecedentes penales, algunos de los cuales habían llegado recientemente a Estados Unidos. Además, el ministro del Interior venezolano, Diosdado Cabello, se jactó públicamente de que entre los deportados había militares que habían desertado del régimen chavista.

Un panorama electoral incierto

En este contexto, el retraso electoral ha generado fuertes críticas tanto dentro como fuera de Venezuela. Según Elvis Amoroso, presidente del CNE y figura clave en el fraude electoral de 2024, la decisión de posponer las elecciones fue tomada tras recibir solicitudes de diversos sectores políticos. Sin embargo, muchos consideran que el chavismo busca ganar tiempo para organizar un proceso electoral favorable a sus intereses.

Para la oposición más extrema y la comunidad internacional, la postergación de las elecciones es una estrategia deliberada de Maduro para afianzar su poder mientras lidia con la presión de Washington y trata de conservar el respaldo de sus socios políticos y económicos, como Rusia, China e Irán.

Una ruta llena de retos

El porvenir político de Venezuela sigue siendo incierto. La crisis económica, agravada por las sanciones internacionales y la disminución de los ingresos petroleros, sigue impactando a millones de venezolanos. Paralelamente, las tensiones con Estados Unidos y las divisiones internas dentro de la oposición complican cualquier posibilidad de cambio significativo a corto plazo.

El futuro político de Venezuela sigue siendo incierto. La crisis económica, exacerbada por las sanciones internacionales y la caída de los ingresos petroleros, continúa afectando a millones de venezolanos. Al mismo tiempo, las tensiones con Estados Unidos y las divisiones dentro de la oposición dificultan cualquier posibilidad de cambio significativo en el corto plazo.

El retraso de las elecciones es solo el último capítulo en una larga serie de maniobras políticas destinadas a mantener a Maduro en el poder. Mientras tanto, la población venezolana sigue enfrentando las consecuencias de un sistema que parece cada vez más desconectado de las necesidades y aspiraciones de sus ciudadanos.

By Jaime Navarro